Amén


Una nube pasa
Cae en la punta de la espiral
Me resbalo fuera

******

Te extraño
Eres como un lápida sin nombre
Abandono





3 comentarios:

Pedro-Abeja dijo...

Dónde andas niña perdida?

Anónimo dijo...

Con el anhelo dirigido hacia ti
yo estaba solo en un rincón del café
cuando, de pronto, oí unas alas batir,
como si un peso comenzara a ceder.
Se va, se va, se fue.
Tal vez fue algo de la puesta de sol
o algún efecto secundario del té,
pero lo cierto es que la pena voló
y no importó ya ni siquiera por qué.
Se va, se va, se fue.
Algunas veces, mejor no preguntar
por una vez que algo sale bien,
si todo empieza y todo tiene un final,
hay que pensar que la tristeza también.
Se va, se va, se fue.
Jorge Drexler.

Pedro-Abeja dijo...

Ya tengo nuevo blog. Pincha sobre mi nombre.

Besos.